Ayudemos a nuestros hijos en la conquista de la Felicidad

En el centro de la trascendente misión, que deviene del nacimiento de nuestros hijos, esta por sobre todo la presencia de los Padres para proteger este viaje sagrado y arraigar a su manifestación; equilibrio, certeza, amor.

Les invito a leer un extracto del libro de Amanda Céspedes, neurosiquiatra infantil, escritora y terapueta floral, llamado: El estrés en niños y adolescentes; En busca del paraíso perdido. Información que nos ayudará a ir entiendiendo el milagro vital del nacer y sus poderosas implicancias en la vida adulta.

LA CONQUISTA DEFINITIVA DE LA AUTORREGULACIÓN EMOCIONAL PRIMARIA: Hasta los dieciocho meses de edad, los bebés necesitan confortamiento externo para recuperar y mantener el equilibrio interno. A partir de esa edad, la activa maduración de estructuras del sistema límbico (sistema ubicado en el cerebro, encargado de procesar las emociones) y sus conexiones cada vez más amplias con la corteza cerebral van permitiendo que el niño inicie la conquista de una regulación interna, esencial para la supervivencia en condiciones de demanda extrema.

Esta conquista es gradual y dependiente tanto del éxito del plan madurativo general del organismo y del cerebro como ente integrador, como de las experiencias que ese niño va a vivir y que serán su personal valija existencial de carga alostática (Alostasis es el sistema que nos ayuda a manejar el estrés y adaptarse a los cambios). En estas experiencias, ocupa un lugar central la presencia de un sentimiento activamente elaborado en la etapa anterior (embarazo y primer año de vida), denominado confianza básica, y que consiste en la certeza por parte del niño de que es digno de amor y que los adultos que le rodean son seres bondadosos llamados a amarle y protegerle.

Ser digno de amor no es una mera frase: implica ser digno de recibir la fuente de fortaleza para afrontar la vida con optimismo; amar a un niño (y a todo ser humano) exige demostrarle que se le acepta sin condiciones; que se le respeta en toda circunstancia; que se le valora por sus cualidades; que el adulto está allí para acogerlo en sus miedos e incertidumbres, escuchándolo con interés y afecto; que será protegido de todo daño, tanto físico como psicológico, y que aquellos que dicen amarlo le brindarán las mejores experiencias y oportunidades para su pleno desarrollo. Como vemos, amar no es una palabra vacía, sino por el contrario, pronunciarla frente a otro nos compromete de golpe, instándonos a dar lo mejor en el cultivo de ese sentimiento.

Un niño amado de este modo es un ser iluminado, radiante, que va por la vida optimista, ávido de aprender, sereno y seguro de la bondad de quienes dicen quererlo. Habita el paraíso.

QUE PASA AL NACER?? El sistema límbico comienza a madurar el último trimestre del embarazo; amígdala, hipocampo y otras estructuras relaciona­das se preparan laboriosamente para enfrentar la primera y más formidable demanda del ambiente sobre ese pequeño organismo todavía protegido en el útero materno: el proceso de nacer, un radical cambio de las condiciones internas y la consiguiente exi­gencia máxima de adaptación.

Una vez nacido, y habiendo experimentado en toda su desoladora fuerza el miedo al desamparo en un planeta desconocido, el niño inicia su potente ritual de apego, una suerte de potente enamoramiento primario: se apega a la madre o cuidadora a través de todos sus sentidos.

Sus ojos recorren el rostro de la madre y se clavan en esas pupilas que lo observan, decodificando cada sutil señal emocional y grabándola a fuego en su cerebro, diseñado para almacenar esos primarios engramas; la mirada plácida, la expresión dulce y arrobada de la madre activa en el recién nacido similar placidez, la que es decodificada en la amígdala, como una emoción positiva y archivada en el hipocampo años después, ese niño convertido en adulto, buscará en otro significativo esa mirada, esa expresión de ternura, ese contacto de piel a piel, para sentirse seguro y plácido.

A su vez, las conexiones desde amígdala e hipocampo hacia el circuito de la gratificación provocan liberación de dopamina, y la emoción resultante es placer y la instintiva búsqueda de reeditar la experiencia.

Auditivamente, el bebé decodifica patrones prosódicos (melodías) de la voz de la madre que le habla tiernamente, y archiva esas dulces melodías tal como archivó miradas y expresiones faciales; las caricias provocan liberación de oxitocina, activan emociones positivas y goce a través de la liberación de dopamina; lo mismo ocurre con sus percepciones olfativas (aroma del seno materno) y gustativas (sabor de la leche materna)

Durante dos meses, este encuentro amoroso, que se reedita innumerables veces al día pues la madre se ha replegado del mundo para concentrarse en el proceso de apego-activa y fortalece gradualmente numerosos circuitos: la capacidad de percibir al otro desde la emoción; la capacidad de experimentar goce sensorial acoplada con la necesidad de repetir la experiencia, y en forma central, la capacidad de tolerar el miedo al desamparo, neutralizándolo desde la seguridad que le da la presencia sensorial y afectiva de la madre o cuidadora.

Sin duda alguna que para que el apego sea exitoso, la madre o cuidadora debe experimentar emociones similares, codificadas todas ellas en un patrón conductual único en cada especie: las conductas de cuidado maternal, impregnadas de intenso amor e intenso goce, mediadas también por la oxitocina: ratas, gatos, pe­rros, lamen amorosamente a sus crías, fortaleciendo de este modo en ellos sus organismos y preparándolos para enfrentar la vida y sus demandas. Será en esta danza amorosamente sensorial, inter­pretada por dos protagonistas, bebé y mujer, que se sentarán las bases para una Alostasis saludable y, desde ella, para la resiliencia Biológica ante las adversidades.

A medida que van pasando los días, esta danza va experimentando sutiles variaciones, y en for­ma sintónica, el organismo del bebé irá respondiendo a ellas para mantener la estabilidad y adaptarse a su nueva vida extrauterina. Podemos imaginar los delicados procesos a través de los cuales su organismo total se va integrando en torno a un eje central que es el equilibrio biológico, y que se va a expresar conductualmente en ritmos estables de sueño y de vigilia, una actitud de calma y quietud y una expresión de dicha y de contentamiento, que se romperá sólo por la irrupción de necesidades primarias que, al ser rápidamente provistas, permiten que el bebé retome su plácido bienestar.

El balance químico y energético interno se expresa en la estabili­dad del temperamento infantil, su fácil tránsito hacia la autorre­gulación y en la presencia de un estado especial, único, denomi­nado armonía emocional. Este estado interno se expresa a su vez en tres estados emocionales caracterizados por ser estables, dura­deros, profundamente arraigados en el ser: la alegría existencial, la apertura a lo nuevo y la serenidad interior. A medida que el niño crece, este estado emocional armonioso se va enriqueciendo gra­cias a la progresiva integración de experiencias, pero conserva sus rasgos esenciales: la capacidad de disfrutar la vida, la curiosidad y la paz interior. A ellos se agregará más tarde o más temprano el sentido de la coherencia. Estos elementos constituyen la esencia de la real felicidad.

UNA NECESIDAD UNIVERSAL: EL CONFORTAMIENTO. Cuando el objeto transicional, la fantasía, el juego y la magia no logran ser un bálsamo efectivo para la pena o el miedo, el niño necesita un par de brazos amorosos que lo cubran y una voz que le infunda serenidad de modo suave e íntimo. A riesgo de parecer excesivamente «biologicista», debemos enfatizar que ese abrazo y esa voz que consuela no son meros gestos… Su valor como instru­mentos de regulación emocional radica en el mecanismo interno, bioquímico: la calidez del abrazo, la dulzura de la voz, liberan en ese pequeño niño grandes cantidades de oxitocina, que posee pro­piedades analgésicas, ansiolíticas y moduladoras de la experien­cia, resaltando los aspectos menos amenazantes y enmascarando aquellos que pueden generar más temor o desconsuelo. Ese efecto es de por sí «neurotrófico» (Efecto protector o restaurador sobre las células nerviosas) y actuará sellando en las estructuras de la vida emocional una creciente capacidad de autorregulación desde la confianza básica, el sentimiento de saberse amado.

“Cada vez que el adulto reprime el deseo de reprender a un pequeño y elige abrazarlo y confortarlo, debiera saber que en ese tierno gesto se oculta el más poderoso nutriente para construir un adulto inte­gralmente sano, fuerte ante la adversidad, generoso y optimista. Y cada adulto que escamotea el consuelo o el confortamiento a un niño, debería saber que es como un malhechor que lo hiere alevo­samente; años más tarde, el dolor de esa herida se transmutará en resentimiento, indiferencia o crueldad”.

 

Espero que esta información, vaya en vuestro mayor beneficio. Pranam…

Ale, Casa de Tara.

 

PARA SALUDAR Y DESPEDIR EL DIA.

«A primera hora en la mañana, imagínate tremendamente feliz. Levántate de la cama con un estado de ánimo muy feliz, radiante, burbujeante, expectante, como si algo perfecto, de valor infinito, va a pasar hoy. Sal de la cama en un estado de ánimo muy positivo y esperanzador, con la sensación de que este día no va a ser un día ordinario, que algo excepcional, extraordinario, te está esperando; algo está muy cerca. Trata de recordar una y otra vez durante todo el día . Dentro de siete días verás que todo el patrón, todo tu estilo, todo tu vibración, habrá cambiado.

Cuando te vas a dormir en la noche, imagínate que estás cayendo en manos divinas … como si la existencia te está apoyando, que estás en su regazo, para conciliar el sueño. Sólo visualizalo y te quedas dormido. La única cosa que debes hacer es seguir imaginando y dejar que el sueño venga, para que la imaginación entre en el sueño; se sobreponen.

No imagines nada negativo, porque si la gente que tiene una capacidad imaginativa imagina cosas negativas, comienzan a suceder. Si piensas que vas a enfermar, te pondrás enfermo. Si piensas que alguien va a ser grosero contigo, lo será. Tu propia imaginación creará la situación.

Así que si una idea negativa viene, cambia inmediatamente a un pensamiento positivo. Dile no. Suéltala inmediatamente; tirala a la basura. Dentro de una semana empezarás a sentirte muy feliz, sin ninguna razón en absoluto.»

Osho

 

El ser espiritual y las trampas del ego

Si crees que es más «espiritual» andar en bicicleta o utilizar el transporte público para moverse, eso está bien, pero si juzgas a alguien que conduce un auto, entonces estás en una trampa del ego.

Si crees que es más ‘espiritual’ no ver la televisión porque crea problemas en tu cerebro, eso está bien, pero si juzgas a quienes todavía la ven, entonces estás en una trampa del ego.

Si crees que es más «espiritual» evitar chismes o los medios de comunicación, pero juzgas a aquellos que leen estas cosas, entonces estás en una trampa del ego.

Si crees que es más ‘espiritual’ hacer Yoga, convertirse en vegetariano, comprar solo alimentos orgánicos, comprar cristales, reiki, meditación, usar ropa «hippie», visitar templos y leer libros sobre iluminación espiritual, pero enjuicias a quien no hace esto, entonces tu estás atrapado en una trampa del ego.

Estar siempre consciente para sentirte superior. La idea de que tú eres superior es la indicación más grande que te encuentras en una trampa de tus egos. El ego quiere venir a través de la puerta de atrás.
Tendrás una idea noble, cómo empezar el yoga y luego cambia, para servir al objetivo de sentirte superior a los demás.

Empezarás a menospreciar a aquellos que no están siguiendo tu «camino espiritual». Superioridad, juicio y sentencia. Estas son las trampas del ego.

Mooji.

¿Por qué gritamos cuando estamos enojados?

“Un decreto constructivo, siempre es una invocación a Dios”

¿Hay consciencia real del poder del acercamiento afectivo? ¿Conocemos a cabalidad los efectos de la ternura y las palabras dichas con amor?

Pareciera sabemos de esto intelectualmente, pero aún no son habilidades enlazadas a la energía del corazón. En ese ámbito aún hay discapacidades que debemos desarrollar.

Promover el uso correcto de la palabra hablada, es un desafío y a la vez una bella manera de crecer comunicando, creando y llenando espacios con nuestra voz, sus matices y la infinidad de posibilidades afectivas y vinculares que con ella podemos afianzar.

Les dejo una hermosa reflexión sobre este tema. Un aporte que nos ayude a mejorar nuestras cualidades comunicativas y sus alcances en todos los niveles de nuestra manifestación.

Cierto día un viejo sabio preguntó a sus seguidores lo siguiente: -¿Por qué la personas se gritan cuando están enojadas?

Los hombres pensaron unos momentos: -Porque perdemos la calma –dijo uno–, por eso gritamos.

-Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?, –preguntó el sabio–.

¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?

Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al sabio.

Finalmente él explicó: -Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.

Luego el sabio preguntó: -¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan, sino que se hablan suavemente. ¿Por qué? Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.

El sabio continuó: -Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y se acercan más en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman.

Luego dijo: -Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien pues, llegará un día en que la distancia será tanta, que no encontrarán más el camino de regreso.

 

Que esta información vaya en vuestro mayor beneficio.

Alejandra Vallejo Buschmann.

Casa de Tara.

 

Kafka y la muñeca

Un año antes de su muerte, Franz Kafka vivió una experiencia muy insólita. Paseando por el parque Steglitz, en Berlín, encontró a una niña llorando desconsolada: había perdido su muñeca.
Kafka se ofreció a ayudar a buscar a la muñeca y se dispuso a reunirse con ella al día siguiente en el mismo lugar.
Incapaz de encontrar a la muñeca compuso una carta “escrita” por la muñeca y se la leyó cuando se reencontraron: –  “Por favor no me llores, he salido de viaje para ver el mundo. Te voy a escribir sobre mis aventuras …“-  Este fue el comienzo de muchas cartas.

Cuando él y la niña se reunían, él le leía estas cartas cuidadosamente compuestas de aventuras imaginarias sobre la querida muñeca . La niña fue consolada. Cuando las reuniones llegaron a su fin, Kafka le regaló una muñeca. Ella obviamente se veía diferente de la muñeca original . Una carta adjunta explicó: – » mis viajes me han cambiado … “ –

Muchos años más tarde, la chica ahora crecida, encontró una carta metida en una grieta desapercibida dentro de la muñeca . En resumen, decía: -» Cada cosa que amas, es muy probable que la pierdas, pero al final, el amor volverá de una forma diferente“- .

Kafka y la Muñeca… la omnipresencia de la pérdida.

 

10 pasos para una vida consciente – Deepak Chopra

1 – ESCUCHA LA SABIDURÍA DE TU CUERPO
El cuerpo se expresa por señales de comodidad e incomodidad, es necesario saber reconocerlas y actuar en concordancia. Aunque no seamos conscientes de ello, cada actitud, cada conducta nuestra, la hemos elegido.
Cada cosa que hagas, toma conciencia de ello y pregunta a tu cuerpo qué siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado, detente. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.

2 – VIVE EN EL PRESENTE
El presente es en realidad el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora; busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello; luego déjalo pasar. El presente es exactamente como ha debido ser. Cada momento presente refleja infinitas leyes de la Naturaleza que te han traído hasta este pensamiento exacto, a esta reacción física precisa. Este momento es como es porque el Universo es como es. No luches contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, fluye y sé uno con él.

3 – DEDÍCALE TIEMPO AL SILENCIO INTERNO
La meditación no sólo propicia el silencio interno, sino que es por definición el silencio interno, es el ejercicio de permitir al cerebro descansar completamente de los pensamientos. En esos momentos de silencio cerebral, toma conciencia de que estás reconectándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por la intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que te conviene o no te conviene.

4 – RENUNCIA A TODA NECESIDAD DE APROBACIÓN EXTERNA
Sólo tú eres el juez de tu valer; tu meta es descubrir el infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al comprender esto, se logra una gran libertad.

5 – NO LUCHES CONTRA TI MISMO
Cuando te descubras reaccionando con enojo en oposición ante cualquier persona o circunstancia, recuerda que sólo estás luchando contigo mismo. Presentar resistencia es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos. Cuando renuncies a ese enojo, podrás entonces sanarlo y comenzarás a cooperar con el flujo del Universo.

6 – RECUERDA QUE EL MUNDO DE AFUERA SÓLO REFLEJA TU MUNDO DE DENTRO
Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior. Lo que más detestas es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que más deseas dentro de ti. Usa el espejo de las relaciones para guiar tu evolución. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Cuando lo consigas, lo que más desees estará automáticamente allí; lo que más te disguste desaparecerá.

7 – LIBÉRATE DE LA CARGA DE LOS JUICIOS
Sin emitir juicios y sin permitir que los juicios de otros te afecten, comenzarás a disfrutar de una sanadora ligereza. Al juzgar impones tu concepto personal del bien y del mal, a situaciones que simplemente son.
Todo, absolutamente todo, se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas, te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Cuando juzgas a otros, sólo reflejas tu falta de autoaceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor hacia ti mismo, hacia los demás y hacia todo lo que te rodea. Perdonar en realidad es aceptar al otro y a las circunstancias tal como son, sin expectativa alguna, sin juzgarlas y sin intentar cambiarlas.

8 – NO CONTAMINES TU VIDA CON TOXINAS
No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones tóxicas. Tu cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida, es el vehículo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.

9 – REEMPLAZA LA CONDUCTA QUE MOTIVA EL MIEDO POR LA QUE MOTIVA EL AMOR
El miedo es un producto de la memoria, que mora en el pasado. Al recordar lo que nos hizo sufrir antes, dedicamos nuestras energías a asegurarnos de que el antiguo sufrimiento no se repita. Eso sólo ocurre cuando encuentras la seguridad en tu propio ser, que es amor. Motivado por la verdad interior, puedes enfrentarte a cualquier amenaza, porque tu fuerza interior es invulnerable al miedo.

10 – COMPRENDE QUE EL MUNDO FÍSICO ES SÓLO EL ESPEJO DE UNA INTELIGENCIA MÁS PROFUNDA
La inteligencia es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía; como una parte de esta inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del cosmos. Como estás inseparablemente vinculado con el todo, no puedes permitirte contaminar el aire y el agua del planeta. Pero, en un plano más profundo, no puedes permitirte vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento crea una impresión en el campo total de la inteligencia. Vivir en equilibrio y pureza es el más elevado bien y para ti y para la
Tierra.

Namaste!