Flores de Bach: Beech y Rock Water; La bondad de nuestras rigideces.

Flores de Bach: Beech y Rock Water; La bondad de nuestras rigideces.

Cuando empieza el camino de sanación y miramos al desnudo todas nuestras rigideces, solemos evaluarlas como una parte del ser que nos llena de vacíos, que genera distancias e inarmonías y por ende, debemos extirpar de nuestro ser. Más si las miramos con perspectiva y con mucho amor, vemos detrás de ellas, las manos salvadoras que nos han asistido en los momentos álgidos de nuestra vida, donde la falta de amor nos ha golpeado, donde la violencia en sus múltiples expresiones, nos ha lacerado y entonces nuestra frágil alma ha tenido que envolverse en esas capas de dureza, para poder sortear lo mejor posible la violencia recibida y asir la mano firme y salvadora, de las estructuras emocionales y mentales, para lograr reconstruirnos y sobrevivir.

Así continuamos dando forma a nuestra existencia, amparados por ese sistema confiable de patrones que nos van permitiendo desarrollarnos e ir siendo aquello que vinimos a ser. Las estructuras son cada día entonces alimentadas y aprobadas, yendo a cada paso más profundo en las honduras de nuestro ser. Ya somos esas rigurosidades, las validamos y justificamos.

Cuando el proceso de sanación nos muestra, que ellas son, la barrera que nos separa de la libertad del ser más autentico, donde se plasman todas las creatividades y donde hallamos las respuestas relacionadas con el bienestar y la felicidad, nos negamos. No podemos verlas como lo que nos inhibe, las defendemos a morir.

Sacar las rigideces, las estructuras, puede ser tan doloroso como un sacar algo físico. Ellas nos han sostenido, nos han allanado el camino, en nuestros días de más indefensión. ¿Como hoy poder mirarlas con desprecio y querer alienarlas de nuestras vidas? En su momento fueron nobleza, hoy nos separan de la verdad interior.

La oportunidad que nos entregan Beech y Rock Water, tiene que ver justamente con hacer esta transición en infinita gratitud e ir lentamente liberando para religarnos a las estructuras espirituales superiores, de donde la verdadera fuerza y motivación provienen y que son el enlace seguro entre la divinidad, nuestra materialidad y la parte más elevada de lo que somos. Nuestra propia Trinidad.

Soltar las estructuras humanas para reconocer las estructuras espirituales, es lo que nos ofrecen estas bellas flores. Un camino de humildad y confianza, que nos darán el retorno de esa libertad que un día perdimos, en pos de poder subsistir.

Cuando permitimos que la estructura humana ceda, sabiendo que, hay un sostén infinitamente más seguro y amoroso, que nace en mi y termina en los confines de la fuente creadora, hemos entendido todo, somos nuevamente libres y la relación es inminente en el contexto de una nueva existencia, sin condicionamientos y sólo impulsada por la necesidad de la expresión total de todos nuestros dones y todas nuestras manifestaciones de vida. Comienza realmente entonces, el camino evolutivo, vital y espiritual.

Ellas nos sacan amablemente de las estructuras para abrirnos a la ternura, la compasión, la empatía, la comprensión, la liviandad, la alegría, la solidaridad, la paciencia, la aceptación, paz interior, serenidad, certeza, flexibilidad, confianza, perdón, entre otras muchas manifestaciones, personales e individuales.

Dejemos que estas flores amorosas nos lleven a las puertas de esa liberación y permitámonos cruzar sabiendo que, del otro lado nos espera la verdadera estructura por habitar, la que nos recuerda que siempre hemos sido amados y que en nuestro interior brilla una luz tal, que ninguna coraza puede silenciar.

Otras flores que ayudan a trabajar la rigidez son: BAUHINIA, BLUEBELl, HIBBERTIA, PINK MULLA MULLA, CHERRY PLUM, OAK, ROSA CHINELIS, ALOE VERA, BABY BLUE EYES, CAYENNE, CHAMOMILLE, DANDELION, NICOTIANA, ABEDUL, CANELILLO, NALCA, ERIANTHUM, PATIENS, PIPER, VERBENA.

Finalmente no olvidemos, para poder mirarnos con esa generosidad que nos sanará, que detrás de cada estructura hay mucho dolor; debajo del perfeccionismo, ansias de ser reconocidos; al lado de todas nuestras rigideces, nuestro ser más afectivo pidiéndonos a gritos, un poco más de alegrías.

Con amor,

Ale para Casa de Tara.

Terapeuta Floral Transpersonal.

Maestra de Reiki y Canalizadora.